jueves, 23 de agosto de 2012

Antonio Cascón: “Hablamos latín todos los días”


Conocedor de una lengua para muchos muerta, este profesor español explica el origen de las palabras que utilizamos.

Por Victor M. Amela


El latín se evapora del horizonte de nuestros saberes. Antonio Cascón me convence de lo lastimoso de esta pérdida: estudiar el latín y su cultura nos daría alegría y seguridad. Y me demuestra que, pese a todo, seguimos empuñando el latín: él y dos colegas suyos (Rosario López y Luis Uncenta) del departamento de Filología Latina de la Universidad Autónoma de Madrid publican Peccata minuta (Ariel), con el pseudónimo de Víctor Amiano, para glosar locuciones y frases latinas que usamos todos, explicando su origen.

-¿Se nos muere el latín?

-Sí, y es una pena. Habrá quien dirá: “El latín no sirve para nada”. Y yo digo: si sólo estudias lo que sirve para algo, ¡adiós a la cultura general!


-Pero ¿sirve el latín para algo o no?

-Sirve para descubrir una cultura, la latina, matriz de la nuestra. Para entender la lógica interna del castellano o el catalán, lo que ayuda a pensar mejor. Para entender el genio de la lengua que hoy hablamos.

-¿Qué queda del latín en nuestro habla?

-El 90% del léxico del castellano y del catalán deriva del latín. Hablamos un latín degradado o evolucionado, según lo mires.


-¿Estoy hablando latín cada día?

-¡Más de lo que crees! Y continuamente usamos frases hechas y locuciones latinas.


-¿Por ejemplo?

-Currículum (literalmente, carrerita), ópera prima (primera obra), post mórtem (después de la muerte), statu quo (estado en el cual), a priori (de antemano), in albis (estar en blanco), in situ (en el sitio), ipso facto (en el mismo acto).


-La última que ha leído en la prensa es...

-Ayer leí que un gobierno había tomado una decisión in extremis (en el último momento). Y si vamos a las secciones de deportes.


-¿Qué?

-Denominan al arquero cancerbero: el Cerbero era el perro que custodiaba la entrada del infierno. O al delantero, ariete, el tronco con cabeza de carnero (aries) de bronce para romper puertas de fortalezas.


-¿Cuál es su favorita?

-Excusatio non petita accusatio manifesta.


-Una excusa no pedida...

-... es una acusación manifiesta. Siempre funciona: quien se deshace en excusas sin pedírselas... ¡se delata! Algo quiere ocultar.


-Otra frase que le guste, por favor.

-Res tenet verba sequntur: si tienes el asunto, las palabras siguen. Es verdad: si tienes claro qué decir, ¡encuentras cómo decirlo!


-¿Y la más filosófica?

-Esta medieval: primum vivere deinde philosophari (primero vivir, después filosofar). Los goliardos (o clérigos vagabundos) escribían bibere : primero beber.


-Los goliardos eran muy partidarios del carpe diem, ¿no?

-Sí, significa aprovecha el día. A mí me place también Nunc est bibendum (ahora toca beber): la copita del relax, al final del día...


-Porque in vino veritas.

-En el vino está la verdad, sí, pero in aqua sanitas (en el agua, la salud).


-Entiendo más Nulle dies sine linea.

-Ningún día sin una línea: muy propio de escritores, periodistas. De todos modos, parece que proviene de un pintor, de modo que se refiere a dibujar y pintar.


-La Iglesia católica ha manejado y maneja aún muchos latines.

-Sanctasanctórum (el lugar más santo); santiamén (últimos fonemas de la frase espiritu sancti, amen , que se decía rápido y ha adquirido ese sentido). O perder el oremus: llegar tarde a misa para esa oración.


-Más.

-Sursum corda: arriba los corazones. En la misa se dice “levantemos el corazón hacia el Señor”, y por eso muchos creyeron que sursum corda equivalía a autoridad máxima.


-También la jerga jurídica está cuajada de latinajos.

-Sub iudice (juzgándose), ab intestato (sin testar), pro indiviso (sin división), in dubio pro reo (en la duda, favorecer al reo), quid prodest (¿a quién beneficia?), quid pro quo (esto por lo otro), do ut des (te doy, me das).


-Se dice “ese sabe latín” para señalar que es muy listo.

-Por el prestigio del latín, arma de personas instruidas, y, por extensión, espabiladas.


-¿Desde cuándo se habla latín?

-Hay constancia escrita desde el siglo V aC., y las personas cultas lo han usado con soltura hasta el siglo XVIII: ¡son 23 siglos seguidos de cultura en latín!


-¿Qué poeta latino cree que ha dejado más huella en Occidente?

-Horacio: cantó al carpe diem, cantó al goce del aurea mediocritas (dorada medianía), cantó al beatus ille (feliz aquel...).


-Feliz aquel que huye del mundanal ruido, ¿no?

-Y elige la plácida vida campestre en vez de la agitada vida urbanita. Así arranca un verso que inspirará luego el sentido de beato, beatífico, beatitud.


-Ya veo que el latín enseña y deleita.

-Lástima que quien lo conozca será pronto una rara avis (ave extraña), expresión acuñada por el poeta Juvenal para ponderar una rareza: aludía al cisne negro, y hoy preferimos decir mirlo blanco.


-Y los que mandan prefieren fomentar el panem et circenses.

-Pan y circo, esto es, sustento y diversión: lo exigía la plebe al emperador para estar contenta y tranquila, y el emperador se lo daba. ¡En el circo Máximo de Roma cabían hasta 200 mil personas para ver carreras de carros y apostar por unos u otros!


-Es muy instructivo, pero tenemos que ir terminando la clase, profesor.

-Lástima, pero ya entiendo que ruit hora (corre la hora) y tempus fugit (el tiempo huye).


Tomado de Revista Ñ – 22 de agosto de 2012


Publicación N° 15

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