publicado en la Revista Arcardia
martes, 14 de agosto de 2012
Hong Kong, capital cultural de Asia
La
ciudad planea la construcción de un distrito con 17 centros y una inversión de
3.000 millones
Por Zigor Aldama
Hong
Kong huele a dinero. Desde el chiringuito más cochambroso hasta la sede
multinacional más reluciente, pasando por el inigualable abanico de centros
comerciales, todo tiene un aroma a dólar. Eso sí, de Hong Kong. Una divisa de
inigualable poderío que, sin embargo, pierde lustre. La crisis económica se
nota en el centro financiero, y la competencia de China, que además ya no
necesita de una puerta tamizada por poderes occidentales para cortejar al
mundo, resta competitividad a la ciudad que acuñó el lema “un país, dos
sistemas”. Sus encantos ya no son suficientes para mantener el tipo. Hay que
buscar nuevas ideas para que el capital continúe fluyendo, y esta región
especial parece haber encontrado el camino con un ambicioso plan gracias al que
se postula como la capital asiática del futuro del arte y la cultura, dos
elementos que, salvo por el cine, le han sido tradicionalmente ajenos.
No
podía ser de otra forma. En la urbe de los superlativos, el plan del Distrito
Cultural del Oeste de Kowloon (WKCD) se ha ideado a lo grande. El efecto
Guggenheim sirve de inspiración, pero se le queda pequeño. Así que, si se
cumplen la hoja de ruta del Gobierno y el plan maestro de Norman Foster (cuyas
previsiones llegan hasta 2026) las 23 hectáreas ganadas al mar del Great Park
albergarán 17 sedes culturales en las que, según sus promotores, “se
organizarán eventos culturales de calidad que atraigan tanto a la población
local como a visitantes de todo el mundo”.
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